A lo largo de las últimas semanas del cuatrimestre llevamos a cabo, seccionada en diferentes tareas, una actividad que trataba sobre el uso de redes sociales con fines educativos dentro del aula de Primaria.
Cuando el profesor la presentó, me pareció una actividad muy interesante, ya que íbamos a investigar sobre las redes sociales en su uso más educativo (cuando realmente, estamos acostumbrados a verlas con un uso ocioso, para hablar e intercambiar fotografías, vídeos, etc. con nuestros contactos).
La actividad la fuimos haciendo mediante 5 tareas:
En la primera, detectamos las necesidades. Fuimos entrevistando a diferentes personas (padres, maestros, niños) sobre las redes sociales, sobre qué entendían por red social, sobre su uso, sobre su uso en el aula, etc. Grabamos o transcribimos dichas entrevistas y las colgamos en una carpeta común en Dropbox.
La segunda tarea era la de depurar las necesidades. Depurar los datos obtenidos en la primera tarea, en nuestro caso, los datos aportados por los docentes, realizando una distinción entre la información que nos servía de la que no.
La tercera tarea fue la de selección de necesidades. Una vez realizadas las dos tareas anteriores, era el turno de seleccionar que necesidad trabajaría cada grupo. En la pizarra organizamos la información resultando:
- La definición del problema.- Una charla explicativa sobre ello.
- La formación de los docentes en cuanto al uso educativo de las redes sociales en el aula.
- La formación de las familias en cuanto a la privacidad necesaria en las redes sociales.
- La realización práctica de actividades con una red social educativa.
Nuestro grupo eligió la formación de las familias orientada a la privacidad en las redes sociales.
En la cuarta tarea, diseñamos el currículum de las acciones formativas. Elegida la necesidad a tratar, era hora de realizar el currículum que desarrollase y subsanase dichas necesidades. En nuestro caso, la privacidad en las redes sociales y las familias.
La quinta y última tarea consistía en la implementación de las acciones formativas. Así que cada grupo, trató de desarrollar y 'poner remedio' a la necesidad elegida. La clase se transformó en una reunión improvisada entre padres y madres de alumnos, y maestros. Nuestro grupo realizó una presentación orientada a la privacidad de los niños en las redes sociales, basada en supuestos prácticos para que las familias supiesen qué hacer en caso de verse en una situación como esa. Y aunque debía ser una formación, y resultó ser una información al respecto.
Esta actividad me ha parecido muy interesante. Realmente me he dado cuenta de que las redes sociales son más complicadas de lo que creía, y que hay que tener mucho cuidado con ellas. Lo más adecuado en caso de duda o de ver que no va a salir bien, es no usarlas con nuestros alumnos. Hay personas, de las que hemos entrevistado, que no saben realmente qué es una red social, ni qué uso debe hacerse con ellas. Lo cierto es que a la hora de utilizarlas en el aula, debemos tener cuidado y utilizar siempre redes verticales, en las que el maestro o tutor del curso tenga control sobre lo que ocurre con los alumnos que forman parte de ella (sólo así, podrán pertenecer a ella, los alumnos de un curso, siendo el maestro el administrador de dicha red decidiendo quién entra o no, y solucionando los conflictos que vayan surgiendo en ella). Aunque la actividad en su conjunto no salió como esperábamos, creo que hemos trabajado duro, hemos aprendido a ver otros puntos de vista, hemos extraído muchas cosas positivas de ella, en mi caso, he discutido y he aprendido mucho de las opiniones de mis compañeras de grupo, y de mis compañeros de clase, en las distintas tareas realizadas y expuestas.
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